La ciudad entendida como un conjunto conformado por la diversidad de estructuras en las que se alojan distintos modelos de habitabilidad, es la premisa para abordar  por medio de la imagen fotográfica los proyectos "Luces de Neza York" y "Buenos Días Minezota".

 

A mediados del siglo XX, la capital mexicana tuvo un importante planteamiento de modelos urbanos, así como una nutrida migración que se concentró en distintos puntos de la periferia al Distrito Federal. Al oriente, el municipio de Nezahualcóyotl en el Estado de México, fue fraccionado como un enorme barrio dormitorio asentado en un esquema reticular en terrenos de precarios servicios e infraestructura. En la actualidad es el cuarto municipio mas poblado de México y su aspecto se ha traducido en vertiginosos cambios físicos que en su mayoría están hechos por la autoconstrucción y llevados al modo de sus habitantes. 

 

“Minezota”,  sobrenombre para referirse a este territorio mexiquense, es la parte que complementa al proyecto Luces de Neza York. Esta serie está planteada para captar los escenarios en el día, una manera de acercarse a los habitantes desde una perspectiva del paisaje urbano, donde la materialización de las construcciones son el marco perfecto que dan testimonio de la tipología que se repite en todas sus calles, caracterizando en distintos contextos una realidad del urbanismo mexicano.